— Editorial -- eltabiuno.space de Tabio, Cundinamarca, Colombia.

El problema de salir a una realidad ficticia 

Me parece que es un tema que está dando de qué hablar, esto de la creatividad de la inteligencia artificial. Pero nosotros somos los brazos y piernas del computador, intermediarios entre las máquinas y los materiales. En cada uno de nosotros el cerebro procesa el universo, atento siempre a las señales y a los comandos de la naturaleza.

El cerebro mediante electricidad retiene información. Me hace sentir que soy un computador que en las venas llevo líquido para alimentar la nano-hidráulica; yo soy la herramienta de fina motricidad que lleva a cabo la reparación del procesador de la sociedad.

También Somos una máquina de guerras, de investigación y minería. Quizás alguien se haya preguntado ¿por qué reunir oro en Suiza? ¿Por qué seguimos comandos? Pues bien, programamos como nos programan. Como partículas cargadas de electricidad codificada.

Somos inconscientes del gran esquema, tenemos una misión más grande que nosotros mismos y no somos capaces de ver cuál es. Así que se construyó una máquina que aprende de nosotros, de este propio escrito y de todos los comentarios del mundo para generar una opinión a partir de todas las opiniones.

¿Qué puede tener de bueno una opinión o escrito hecho en segundos desde la ambigüedad de todos los conocimientos? es una opinión creada por nadie sino por todos. Ahora, habría que ver si esa opinión es buena. Me da la impresión de que vuelve y se repite lo mismo que sucedió cuando llegó un turco a las Américas y cambio todo el oro por un espejo. Quedamos pasmados y deslumbrados frente al brillo.

Practicar las artes y vivir feliz con la naturaleza, al borde de una quebrada, en un potrero soleado y pastado con vaquitas, gallinitas, caballos y pistolas. Esa es la carpeta mayor (>), en donde no se necesita más que las condiciones propicias para reproducirse con éxito.

A medida que la máquina nos conquista, nos vamos metiendo cada vez más en la matrix hasta el punto en que quizás olvidemos cómo salir. Pienso que la finalidad del plan es reunir todos los conocimientos del humano mediante un computador para instalárselo a un humano que tenga el cerebro con la total capacidad de procesamiento. Ese procesador orgánico sería la carpeta denominada (la humanidad<).

Un cerebro que, a base de materia orgánica con capacidad de cómputo e instinto reproductivo, sea capaz de heredar la sabiduría de manera biológica u orgánica. De esta manera ese cerebro denominado (humanidad) se puede mantener siempre fresco y espontaneo a través del tiempo. Lo difícil sería instalar la información en las neuronas.

La fuente de energía orgánica funciona a partir de los elementos que generan abundancia. Lo que genera total autosostenibilidad. La mecánica o la mecatrónica, en cambio, requieren de movimientos robóticos espontáneos e insumos procesados. El humano en cambio se auto-repara.

La diferencia entre el pensamiento orgánico y el pensamiento de cómputo es que los efectos físicos y químicos son incalculables en el espacio, entonces siempre habrá posibilidad de nuevas circunstancias. Por lo contrario, sin importar qué tanto aprenda el computador de los humanos, siempre regresará al bite. Las dos opciones y la combinación de ellas.

La siguiente corta historia no la pudo inventar un computador …

En la penumbra del siglo XIII existió una señora proclamada santa, no recuerdo su nombre, pero fue santa. Vivía con cinco hijos en un rancho, era esclava de un rey tirano al que le servía solícita en la cocina de palacio, trabajando como panadera, pastelera y bizcochera preparando los más deliciosos manjares.

Estos manjares se ponían sobre una mesa por donde el rey pasaba. Este apenas sí los probaba y la mayor parte quedaba para alimento de los cerdos, sin que se permitiera a la pobre señora llevarse nada a la casa, pues los guardias vigilaban. La señora salía de palacio sin lavarse las manos y cuando llegaba a su casa se juagaba con toda la delicadeza la harina que traía en las uñas y con esas escasas cantidades hacia sopas con las que crio a sus hijos gordos y saludables.

Tenemos ya mucha información. Nos va a caer un meteorito, la tecnología ya está en cuevas. Hablan de cohetes a la luna y de la evacuación de la Tierra. Ya va siendo hora de partir a volar por el espacio, pero todavía debemos descifrar la ecuación más importante, la anti- gravitacional. En ese momento toda la energía se podrá aplicar en otras cosas, se podrá entonces flotar de un lado a otro sobre campos magnéticos. 

Así mismo, todas las canciones, todas las melodías, transpiran por encima del desodorante. En este tema de la escritura, por cada segundo de inspiración hay una constelación de bites cósmicos, información absurda, datos de escenarios y lógicas que están en una nebulosa eléctrica, como en una nube en la oscuridad que desprende chispas estáticas.

Las energías cósmicas quizás sean un programa grabado en un disquete, procesado por un magno-computador. Pero es ese disquete es apenas el principio.

Que cosa rara somos. El consumo de pila del celular nos mantiene pegados a la pared de un cable; el cerebro altamente revolucionado encuentra incesantemente información de toda índole. Lo que realmente importa ahora es movimiento del dedo, y la dilatación de la pupila. Pasamos pegados por horas al celular, a medianoche y perpetuamente a través del universo. Son palabras y es un cuento: nuestra (home) está en el dialogo entre humanos, fuego y materia orgánica. Esa es la salida de la Matrix. Esto les cuento y disculpen la intensidad.