— Editorial -- eltabiuno.space de Tabio, Cundinamarca, Colombia.

Lo que pienso hoy, pienso de nuevo; mañana le adjunto  algo más para complementar y así moldear el pensamiento o la idea final. A veces concluyo que hay pensamientos que deben ser archivados por no tener el peso suficiente, material denso. por eso prefiero hablar del día de las brujas que coincide casi con las elecciones y el torbellino.

Viendo todo en una sola escena, las emociones ignoran la puntualidad de los acontecimientos. Las personas que conozco hace mucho tiempo y que son mis amigos, son de Tabio; personas que llevan la identidad del lugar y que han sido testigos de los momentos claves del pasado no muy lejano en la historia del pueblo.

35 años es lo que llevo yo aquí, conozco a muchas personas que son Tabiunas y que conocen ciertos dichos, mañas, y personajes en común que han sido parte de momentos importantes, insignias de pequeñas decisiones ejecutadas, segundos que han cambiado o mejor dicho moldeado a este boquerón de gente fantástica.

Las personas de Venezuela que han llegado están cambiando los cromosomas de los núcleos familiares del pueblo, no se puede ignorar que hace un poco más de 10 años en Tabio había tan solo tabiunos y contados forasteros. Y ni hablar de hace 20 o 30 años, el pueblo era solo potreros prácticamente.  En Tabio he visto cosas asombrosas que solo se pueden ver después de largos periodos de observamiento, eventos que se han convertido en metáforas, que se han resumido en un apodo o en un saludo o maña.

Es el comportamiento del órgano al que pertenecemos, como el brazo de un pulpo se mueve, pero… Antes de comenzar con el tema del mes quiero dar a conocer un comunicado que hago por iniciativa propia, dada la oportunidad de la fecha, es preciso: alguien tiene que arreglar a Tabio, conocemos el problema y la solución está en una persona, Tabio puede perder o mantener la identidad. Que el orgullo no se pierda sería bonito, recuperar por lo menos la pila.

Al pensar en lo monumental que es la inversión pública, Tabio debe tener en su junta suprema personas capazes de distinguir entre una obra bien hecha y una mal hecha; personas que no precisamente estén enfocadas en negocios ni protocolos, sino personas de la comunidad críticas por naturaleza, personas que sean capaces de formular y buscar las respuestas a las verdaderas preguntas, por ejemplo ¿no fueron capaces de tapar un hueco?

Yo creo que mi amigo Oscar Urbina seria un gran concejal, o alcalde; conoce la identidad del pueblo, no solo porque ejecuta el clavado nitido en la pila del parque…sino por qué necesitamos personas con buena postura, personas con una caja sonora desarrollada, curtidas de pueblo y de coraza grueza, personas que anden con orgullo y con la frente en alto y que pongan la cara, que tengan capacidad humana como la de mi amigo Oscar Urbina, toca saber distinguir entre las lagartijas.

Y volviendo al tema que ronda mi cabeza en estas temporadas:

El ser humano es una célula gigante, compuesta de células pequeñas, que hace parte de un gran organismo de múltiples organismos multicelulares que habitan en la tierra. En el cuerpo humano la célula más grande es el ovulo midiendo .14 centímetros, nosotros todos y cada uno con  acciones aportamos a la subsistencia del gran pulpo; los centros poblados son los núcleos y seminúcleos,

El andamiaje que sostiene la coyuntura de los tejidos sociales actúa en proporción a la diferencia en los órganos de la sociedad, es decir, somos parte de un animal gigante, la función de cada tejido es necesaria para la subsistencia, las dinámicas de estos tejidos están separados físicamente en fracciones unipersonales.

Cada ser humano se clasifica dentro de un órgano diferente, produciendo y transformando materia. La conexión de cada individuo es igualmente importante, inclusive los ermitaños son receptores eléctricos de alerta cósmica y de polarización de la especie; aislado así se puede sustentar su labor; los recursos los utilizamos para hacer energía y alimentarnos; los minerales los utiliza la sangre y los músculos.

Las castas son las que definen la utilidad de órgano social, por eso los pobres ríen de la preocupación y los ricos están tristes pero tranquilos. De todo escritorio sale una señal, cada uno a su respectivo servidor. Es por cuestiones de honor que cada uno hace su labor, y compite dentro de su campo. Cada neuronita, por mediocre que sea, tiene una utilidad, átomos volando sin ninguna dirección atraídos por una misión indefinida de electricidad viva, por eso digo que la materia gris es la cicatriz de aquel olvido.  

La manera como se enfrentan las situaciones en la vida define a que órgano perteneces; es una cuestión de práctica pues los escenarios ya están estandarizados. El aparato que nosotros conformamos se alimenta de carne, las rutinas se repiten, pero cada uno hace lo suyo. Uno puede ser testigo, y esa es la misión de un testamento: cambiar el destino.

Cuando se conoce la trocha se no cae en la cuneta, y para eso están las calles de nuestro pueblo querido, para darnos lecciones de vida. Por eso es el destino indefinido de los organismos es el mismo que el de las células de cualquier tamaño, y en esta época de eclipse y guerras hay que tener cuidado y no troncharse un tobillo por causa de un ladrillo que andaba suelto.