Se encuentra escondido, a pesar de estar frente a todos, es una verdad que se manifiesta continuamente por lógicas deducciones. Ser testigo de la realidad y al mismo tiempo esconderse tras los escudos de la narrativa fuerza a la lógica a generar nuevas historias. Hay quienes están convencidos de la mentira y son siempre parte de los conflictos que derivan en pérdida de tiempo, del valioso tiempo.
Algunas personas son entes de conflicto y contagian a su alrededor con palabras necias a quienes pueden vivir tranquilos, y fortalecen de esta manera aún más aquel culto narrativo que previene el sentido común de gobernar. La verdad latente la sabemos quienes somos prácticos de pensamiento, aprendiendo del pasado, capaces y fuertes de carácter. Pero incluso así, nos callamos la verdad, pues es seguro que llegue alguien desadaptado dispuesto a perder el tiempo argumentando y defendiendo lo indefendible. Como sostener que hay verano mientras llueve o que hay justicia cuando la hay.
Es agosto, se acorta el tiempo entre una quincena y la otra, nuestra carpeta de emociones está en silencio, la carpeta personal, la computadora orgánica. Ya se ha esperado mucho, el mercado ordena que nos comportemos en orden. Se avecina la esquina, la intensidad fina de pedir fiado en medio de una economía que se desestabiliza con mirarla; la canasta conformada de productos del jardín, no tienen azúcar, lo que no es beneficioso para nosotros.
Mientras tanto, estuve leyendo acerca del instinto de atracción entre seres humanos. Resulta que un mentón pronunciado es el requisito para que un hombre reciba la atención de una mujer. Parece relacionarse con la capacidad que tiene una mandíbula grande para contener más comida dentro de la boca y lo instintivamente representa una capacidad superior de supervivencia, la característica primordial para copular con éxito.
Podría decir que para un hombre ser exitoso puede ponerse un par de masmelos entre las encías inferiores y convertirse así en el centro de atracción; la teoría también explica aquella tendencia de dejarse crecer la barba. Todo esto me pareció muy interesante.
Relacionando esto a la actualidad, veo el escenario colombiano, compuesto en su mayoría por una sociedad instintiva y sin inteligencia emocional. Digo que la mandíbula del hijo del presidente al moverse puede pronunciar cualquier sonido y este será asimilado pasionalmente, sin que en ningún momento se ponga en duda la capacidad humana del ser, tan solo basta ser un hombre que preña, rompe corazones y tiene mandíbula grande, para saciar la curiosidad y ser tomado en cuenta como si fuera un hombre intelectual.
En realidad, sus virtudes son objetivas de un homo-economicus. Hasta la fecha no demuestra más que una vida dramática y pasional, sin un pelo de filantropía, de naturaleza acumulativa y acaparadora, sin que esto sea algo negativo. Resulta más bien interesante de analizar: él junto a Johnny Rivera y Aída Victoria Merlano, llevan las riendas de este país mientras el pueblo cabalga detrás de personajes sin ningún peso intelectual, pero con una mandíbula grande y encantadora.
En otros aspectos…
El mundo está compuesto y liderado por personas que marcan la pauta con la tradición y la honra. Estas personas no debaten con Dios y no le temen a la omnipotencia, y se rigen por el sendero de la inteligencia denominado sentido común o lógica.
Un ser con honra es incorruptible y lleva un camino al cielo, sus decisiones son sabias. Con la honra se practica cualquier actividad con el goce del alma, con la pulcritud y el brillo de una rutina perfecta. Se pueden predecir las actuaciones, pues es el sentido común el que rige, es la lógica como ley universal operando en estas grandes personas que protegen la integridad de la conciencia y las buenas maneras del obrar.
Esta cualidad se lleva a lo largo y ancho de las actividades, pues con honra se puede lavar bien el bizcocho de un inodoro o a su vez ser especialista en humanidades. Dentro de todo el espectro de posturas que aportan a la civilización la honra es la indispensable para evolucionar.
Contrario a la honra es la mediocridad. Hoy en día nos corroe el orgullo de los ineptos, ese sentimiento de grandeza que pueden tener los malcriados. Las personas para justificar sus vicios mienten, improvisan y ven la realidad a través de un velo de desconcierto, sin sentir en ningún momento el goce de la sabiduría. La pereza y la falta de empatía hacen sufrir al prójimo que depende de una realidad confiable.
Hoy en día la apariencia vale mas que la moral, por eso me atrevo a opinar que la realidad depende de un sentimiento primario de atracción, ignorando en todo momento. La mejor decisión es no dejase llevar por las apariencias, y para estas votaciones espero una plegaria que nos bendiga con una buena decisión. Aunque el factor suerte muestra probabilidades desfavorables, la ruleta ha de girar para mostrar cómo será posible continuar con optimismo. Por ahora le doy la bienvenida al hueco cuadrado, que es parte ya de nuestra familia.
La importancia de la conciencia ambiental
Culebras, a veces ángeles, en su mayoría cuerpos sin pasado ni tarea; tan solo células cumpliendo funciones y ADN muerto. Pero mientras se construye una determinación de la persona y un análisis de los siglos de los siglos del alma, las cosas van pasando sin que realmente se sepa por qué.
Ya con la cabeza fría pensé de dónde venimos y para dónde vamos; y en algo en lo que quizá todos hayamos pensado, resultado de un parlamento inconcluso y sin imaginación: la tierra tiene nutrientes que las frutas nos entregan a nosotros los animales. Consumimos esos nutrientes y después nos comemos los fuertes a los débiles y así nos mantenemos vivos. Según entiendo, esa es la ley de la vida. Volviendo al pasado, vemos que todos los organismos vivos están conectados mediante un idioma energético. Mientras los humanos vestidos de blanco tratan de anotar en computadores y libretas todas las reacciones y movimientos de la materia, hay otros que con telescopios buscan átomos, con microscopios estrellas y, primordialmente, un porqué, que quizás se encuentre en las profundidades de la Tierra. No se sabe, pero hay que seguir buscando.
Hace 4.500 millones de años que existe la tierra, la última extinción masiva fue hace 65 millones de años. hubo por menos cinco glaciaciones, y según la ciencia los Homos Sapiens existen hace 200 mil años. Todavía prevalece el instinto, la no conciencia de la existencia es más común de lo que debería ser a estas alturas del partido, y ahora existen batallas intelectuales, cuando lo que en verdad realmente siempre ha importado es la fuerza bruta de destrucción.
Para qué tanto cuento si con un solo movimiento puede cambiar el destino de una especie al otro lado del mundo, el efecto mariposa de este gobierno de leyes físicas nos dejará sin saber que a pesar de todo casi nadie sabe nada.
El tema definido es la naturaleza de cada uno de nosotros, y cómo nos comunicamos con el entorno; el andamiaje entre las células, el tejido conectivo para que haya aire entre la funcionalidad independiente de cada ser; la manera constructiva de proteger los mejores intereses de la atmosfera sin cuentos chinos. Fácilmente se puede dividir la humanidad entre quienes se preguntan y quienes prefieren no saber.
Lo más seguro es que nuestro planeta se estrelle contra otro de igual o mayor tamaño y nos convirtamos en fragmentos espaciales, que dejemos de rotar por el universo atados a una órbita y nuestros recuerdos queden dando vueltas en ondas de colores no perceptibles para ningún ente que razone como nosotros. Y podría ser que en el universo no exista ninguna conciencia y también que todas las galaxias sean parte de una conexión neuronal en el celebro de un pingüino a punto de ser cazado por una orca.
Las lechugas son deliciosas, las lechugas de la huerta, cultivada por manos. Las especies se extinguen y surgen nuevas, y las más verriondas se acomodan al cambio. Lo que si es cierto es que el planeta se sacude y acaba con todos los que nos creemos importantes y dignos de gozar el infinito momento de existencia, que puede ser este microsegundo específico de lectura o del próximo sorbo de sopa. La tierra se sacude y se echa a dormir otros cientos de miles de años y tiene todo el tiempo del mundo para esperar que nuevamente las moléculas conformen nuevas células.
Las actividades que llevamos a cabo no son tan significativas cuando uno mira en perspectiva el tiempo de vida del cuerpo. Las ambiciones exhaustivas de poseer no tienen mayor razón de ser, lo que realmente importa es el tiempo de conexión con el universo, el sueño armónico que nos permita desplazarnos con el alma a lo mas íntimo de la esencia de los materiales que componen ese sentido eterno.
Ya estuvo muy denso el tema de conversación, Hablemos mejor de las cosas incontrolables, del rumbo del alma. La duda de existir por más que se intente, mientras los animales se concentran en pelear. Como en la primaria, la humanidad se parece hoy nuevamente a una célula procariota, sin núcleo ni función definida. Es la triste realidad, el sentido común que se ve fácilmente opacado por la irracionalidad.
Pero la comida no se consigue sola. Entonces se puede estar no solo soñando, ni vivir del cultivo de otros, y tampoco las tierras se adjudican solas. Es por medio de la segregación de elementos, la acumulación de recursos, el trueque, las sociedades y los aportes que se sobrevive y se construyen todos los materiales necesarios para fabricar las comodidades que conocemos. Tampoco es que se pueda vivir soñando.
Cuánto tiempo para llegar a una reflexión digna de este viaje por el universo. El pensamiento puro y critico está en un formato repetitivo y muchas veces estanca su evolución ante la magia de todos los días. Cada pensamiento es de una conciencia renovada, es un sueño y un despertar de revelaciones y reacciones a la verdad de las circunstancias. De esa manera es que promedio el cumplimiento periódico de cada ciclo, y por error existe el despertar en llanto de un bebe. El mundo se descubre de manera natural, del mismo modo que es natural avanzar y respirar.
En todo caso creo que está bien de vez en cuando mandarle a la naturaleza un mensaje de amor y gratitud por hospedarnos en tan hermoso misterio de nubes, lunas, animales, con un corazón palpitante y un cerebro lleno de curiosidad y de imaginación para soñar.
Aprovechar el ahora, ese infinito instante de este preciso segundo, en el que se siente que quizás la conciencia del ambiente este bien direccionada y existe la noción de un reinado de sabiduría; quien quita. dios quiera, arreglen los huecos, un tiempo prudente para mirar los resultados y mientras vivir la ilusión.
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